Delicias in art and literature
Opening of the permanent Madrid to Ciudad Real and Badajoz train station on March 30, 1880. Juan Comba. La Ilustración Española y Americana magazine, 8-Apr-1880. AHF-MFM
longside the photograph of
Pedro Martínez de Hebert, one of the most important
photographers with a studio in Madrid, who immortalised the
construction of the station in 1879, one of the first artistic
images depicting the building appeared in the journal La
Ilustración Española y Americana on April 8, 1880. The engraving
features the solemn opening of Delicias Station on March 30 that
same year, with the simultaneous entry of five adorned trains,
in the presence of the king and queen of Spain and different
authorities. The “life drawing” was made by Juan Comba y García
(1852-1924), one of the maximum exponents of news-related visual
art; he received the inestimable collaboration of the journal’s
artistic director, Bernardo Rico y Ortega (1825-1894), who led
an important list of renowned burin artisans of that time.
In the field of literature, the train as an evocative element is
inseparable from the station, its architectural and urban space.
A meeting place and the setting of everyday life, Delicias also
forms part of the history of letters thanks to authors such as Azorín (1918): Madrid. Guía sentimental;
Arturo Barea (1951): La forja, primer libro de la trilogía La
forja de un rebelde; Antonio Díaz-Cañabate (1957): Historias del
tren; Corpus Barga (1963-73): Los pasos contados; Pedro de
Lorenzo y Morales (1980): La soledad en armas; Manuel Longares
(1989):
Madrid, ida y vuelta; Ramón Cote (1992):
Informe sobre
el estado de los trenes en la antigua estación de Delicias; Dulce Chacón (2002): La voz dormida o María Reig (2019): Papel y
tinta.
The doctor and historian Gregorio Marañón defined Delicias…
El viajar a Extremadura tiene un prólogo muy en su punto que es la estación de Las Delicias […] La estación de las Delicias, es el comienzo de un callejón sin salida que se pierde en el campo, en la tierra que el poeta llamó tierra, la más tierra. Es cierto que por allí se va también a Portugal, que es una de las más grandes ventanas de Europa hacia el mundo.
“Extremadura”. En: Cien años de ferrocarril en España, 1948, vol. IV, p. 272
Otras citas literarias…
Es de suponer que en estas casas de siete pisos vivan muchos ferroviarios. Esta es su calle. Aquí deberían vivir todos, sobre un túnel, al lado de la estación de las Delicias, muy cerca de la de las Pulgas y no lejos de la de Atocha. Cuando tenga dinero me haré un hotelito en la calle del Ferrocarril.
Historias del tren, Antonio Díaz-Cañabate. 1957
Me bajé del taxi, muda, y empecé a avanzar hacia la entrada de la estación de Delicias. La estructura metálica que daba forma al edificio se perdía en la oscuridad de la noche. Solo algunas farolas marcaban el sendero de mis pasos.
Papel y tinta. María Reig. 2019
Al llegar a la estación de Delicias, continúa pensando en Paulino. Baja del tren sin prisa. Sin prisa camina mirando a los novios que han madrugado para abrazarse, los enamorados que se citan en el andén simulando ser viajeros que se despiden, para evitar la multa por escándalo público a la que se exponen si se abrazan en plena calle. Y sin prisa se dirige hacia el metro, mirando a un lado y a otro, con la cabeza hundida en los hombros.
La voz dormida. Dulce Chacón. 2002
